La salud es un estado de bienestar y/o equilibrio para con el cuerpo. La salud es un estado subjetivo cómodo,sentirse bien, tener buena disposición. También es un estado objetivo, donde se demuestra que el organismo está funcionando óptimamente. Ambos estados deben funcionar en interdependencia, nada se hace teniendo un cuerpo sano y un estado mental desequilibrado o viceversa. Las ciencias de la salud se encargan de todos los estudios concernientes a esto.
La salud es el bien más preciado que tiene un organismo vivo, significa vivir bien, tener calidad de vida. Cuando se tiene salud, se tiene todo, ya que estás en óptimas condiciones y puedes hacer y lograr lo que quieras. No hay nada peor que estar enfermo de algo, lo que sea. En esta entrega de Web de Profesionales vamos a analizar hábitos saludables para mejorar la calidad de vida, ya que no solo se nace con salud, la salud se puede buscar y mejorar.
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Hábitos saludables para mejorar la calidad de vida
Ciertas disciplinas pueden ayudar a mejorar la salud. Te sugerimos estos 5 hábitos saludables para mejorar la calidad de vida:
Hacer ejercicio físico
El ejercicio físico es toda aquella actividad y expresión corporal que conlleva a la mejora de la condición física y psíquica. La repetición regular y constante del ejercicio físico se denomina entrenamiento y es la preparación para realizar deportes.
El ejercicio físico mantiene los músculos del cuerpo activos y tonificados, una óptima condición del sistema óseo y la mente fresca. El ejercicio físico hace que el organismo genere o estimule reacciones químicas que traen bienestar al sujeto en forma de mejor disposición, mejor humor, mejor descanso, relajación, tranquilidad, equilibrio… a fin de cuentas, genera salud y es efectivo como hábito saludable para mejorar la calidad de vida.
Practicar clases de baile, yoga, pilates, gimnasia o cualquier otro deporte ayuda a mejorar la autoestima y la salud. Lo ideal es crear un hábito de dos o tres veces por semana, dedicarse tiempo a uno mismo es importante y necesario. Para esto también viene muy bien crear programas de ejercicios por objetivos como los de Nattive Athletics, que te ayudarán a establecer tu rutina y mejorarla.
Comer sano y equilibrado
Comer sano comienza con comer reglamentariamente tres veces al día: desayuno, almuerzo y cena. Entre comida y comida se puede comer un pequeño bocadillo, un plato de frutas o una taza de cereal. El cuerpo es una máquina y si las comidas se hacen a la misma hora, el organismo se acostumbra a realizar rutinariamente sus procesos de digestión y absorción de nutrientes de forma normal. También es muy importante un plato normal de comida, justo para quedar satisfecho.
Se debe procurar tener una dieta sana, incluyendo los tres grupos alimenticios: carnes rojas y blancas, huevo, granos, leches y derivados (mantequilla, queso), los cuales son los alimentos ricos en proteínas y grasas que ayudan a la construcción y mantenimiento de los músculos, huesos y a tener energía. Las frutas, vegetales, verduras, cereales, semillas y oleaginosas y aceites, que nos ayudan a la regulación y mantenimiento sano de tejidos, piel, cabello, órganos y digestión. Y, por último, las harinas, cacao, panes, pastas y azúcares, que nos proporcionan energía.
Estos alimentos hay que distribuirlos de una manera sana. Es recomendable hacer el desayuno muy completo, combinando huevos, carnes rojas, leche, panes y frutas. El almuerzo debe ser menos pesado, incluyendo carnes blancas, granos, vegetales, arroz y pastas. La cena debe ser más liviana, no incluir carnes, puede ser pan o mejor galletas, quesos, cereales, semillas y frutas. La ayuda y asesoría de un experto en nutrición y dietética te ayudará para que tus comidas sean hábitos saludables para mejorar la calidad de vida.
Visitar a los especialistas
Es lo más recomendable. Siempre es bueno comenzar y hacer periódicamente un chequeo médico general. Este especialista te hará las preguntas y los exámenes correspondientes para revisar tu estado de salud y darte las recomendaciones del caso.
El chequeo médico es esencial como punto de partida para crear hábitos saludables para mejorar la calidad de vida, ya que hay enfermedades que no se detectan a simple vista. Por ejemplo, puedes tener un problema de presión arterial y sentirte bien. Si no te haces una revisión visitando a un médico, puede pasar un buen tiempo sin sentirte mal, pero una presión arterial alta podría agrandar el corazón, endurecer las arterias, dañar los riñones y el aparato urinario entero. Cuando la detectes, tal vez ya es tarde.
Existen otros especialistas. Si naciste con una deficiencia respiratoria, acabas de salir de una intervención quirúrgica, estás en un tratamiento médico o te has estado despertando con una asfixia, si subes escaleras y te fatigas rápido, sumado a que eras fumador, en España existen especialistas que ayudan en este tipo de problemas. Tal es el caso de Rehaliza, un grupo médico especializado en el aparato respiratorio, donde ofrecen fisioterapias respiratorias para adultos y niños, entrenando y mejorando los pulmones y, por consiguiente, la capacidad respiratoria.
Creer en la recreación
La recreación es todo el tiempo que se toma una persona para entretenerse, despejarse, disfrutar y descansar. Así como el juego es una actividad prácticamente instintiva del niño y es una manera autodidacta de entretenimiento para desarrollar la imaginación, aprender, explorar, relacionarte con tu entorno, así de importante es la recreación para el adulto.
Salir a caminar contemplando el entorno, leer un buen libro, oír música que te llene, reunirse con amigos, ver televisión, un buen día de descanso en la casa, jugar con los niños o tomarse el tiempo para unas buenas vacaciones, son acciones recreativas que despejan la mente y son hábitos saludables para mejorar la calidad de vida.
Buscar buenas energías
Creamos o no en eso, somos seres que generamos luz. La energía no se destruye, se transforma, y nosotros los humanos somos unos generadores constantes. Saber canalizar las energías y buscar transformarlas en cargas positivas cuenta como un buen hábito saludable para mejorar la calidad de vida.
Buscar la humildad, ser sincero y honesto consigo mismo y con los demás, generar buenos pensamientos y acciones, rodearse de personas que te complementen y te ayuden, alimentar la amistad, ayudar al prójimo, aprender técnicas de relajación y hacer yoga, son acciones y hábitos que tranquilizan el espíritu. Cuando hablamos de salud, no es solo el cuerpo, pues la mente y la tranquilidad del alma también necesitan hábitos saludables para mejorar la calidad de vida.
El cuerpo humano es algo holístico, integral, comprende todo. Los buenos hábitos, tanto corporales como mentales, mejorarán definitivamente tu expectativa de vida.
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